Cómo hablar con personas sordas
¿No sabés señas? no tenés de qué preocuparte
A nivel general existe la creencia de que para comunicarse con una persona sorda necesitamos aprender "su lengua señas". Pero lo cierto es que, contrario a lo que se cree popularmente, la gran mayoría de los sordos ni siquiera sabe señas:
Una gran parte de la comunidad sorda está formada por personas mayores que pierden la audición por vejez, según la Organización Mundial de la Salud, al menos un tercio de las personas mayores de 65 años posee alguna sordera discapacitante; otra gran parte se conforma de personas que pierden la audición luego de haber aprendido a hablar debido a infecciones, factores hereditarios o accidentes; también lo conforma el creciente número de personas que nacen sordas y aprenden a hablar gracias a la estimulación temprana, la terapia de lenguaje y los equipos de audición. Estas personas usualmente no manejan lenguaje de señas pues desarrollan su vida al lado de los oyentes hablando como todos y apoyéndose en equipos de audición. Si tomamos encuenta esto veremos que las personas sordas signantes son tan solo una fracción dentro de una gran comunidad.
Por otro lado cabe señalar que, usualmente, las personas signantes también manejan algún nivel de lenguaje oral para comunicarse. Así que si no sabés señas, no tenés de qué preopcuparte.
¿Y entonces?
Como ves, comunicarse con una persona sorda no es tan difícil como parece, basta con nuestro propio idioma y seguir estos sencillos consejos:
1. Asegurarnos de tener su atención.
Si le decimos algo a una persona sorda y ésta no nos está mirando a la cara, lo más probable es que ni se entere. Recordemos que los sordos son personas que no oyen bien. Parece muy obvio, pero en la práctica, la gente que se ofende por sentirse ignorada es más de la que se quisiera. Antes de decirle cualquier cosa a una persona sorda debemos asegurarnos de tener su atención: nos ponemos frente a ella o le tocamos el hombro, y cuando vemos que esa persona nos está mirando de frente, entonces podremos hablarle.
2. Hablar siempre de frente:
Los sordos, en mayor o menor medida, siempre se apoyan en la lectura labial para entender lo que les decimos, por eso es importante mantenernos todo el tiempo de frente a nuestro interlocutor. No debemos voltearnos o bajar la cabeza mientras le hablamos.
3. No taparnos la boca:
Es muy común que cuando hablamos con alguien, nos llevemos las manos a la boca, mastiquemos o mordamos cosas, o simplemente hablamos detrás del periódico que estamos leyendo. Pues para hablar con un sordo debemos dejar todas estas costumbres a un lado, debemos garantizar que nuestros labios sean siempre legibles.
4. No gritar:
Si estamos frente a una persona sorda que utiliza algún equipo de audición, gritar no sirve de nada y si esa persona no usa ningún equipo pues mucho menos. En primer lugar vamos a hacer que nuestro interlocutor se enoje (a nadie le gusta que le griten), y en segundo lugar los equipos de audición para sordos, al igual que un micrófono, si gritamos a través de ellos solo producimos ruidos distorsionados. Debemos usar un volumen contundente, eso sí, pero sin gritar ni acercarnos al dispositivo, hablamos de frente como con cualquier persona.
5. Pronunciar bien y claro:
Mucha gente, pensando en que los sordos leen labios, tienden a hablar muy lento para evitar que a esa persona se le vaya alguna letra, pero lo cierto es que la lectura labial no funciona así. Las personas sordas necesitan una buena articulación, pero a un ritmo normal, es así que hablan ellos y es a lo que están acostumbrados. Lo que sí debemos cuidar es no exagerar demasiado la pronunciación ni tampoco hablar entre dientes dificultando la lectura labial.
6. Repetir las veces que sea necesario:
Aun siguiendo todas estas recomendaciones es posible que nuestro interlocutor no logre captar todo lo que le decimos y nos pida que le repitamos. A muchas personas les fastidia tener que repetir dos o tres veces la misma frase, pero debemos ser considerados con la limitación que tienen estas personas y repetir las veces que sea necesario para asegurarnos de que nos han captado todo.
Ocurre a menudo que la persona sorda nos repite lo que ha entendido para saber si es correcto. Se decepcionará mucho si descubre que la dejamos irse con la información equivocada, así que si vemos que esa persona entendió mal lo mejor es corregirla, lejos de ofenderse estará agradecida. Repetir con amabilidad es una cortesía que las personas sordas valoran mucho.
7. Escribir:
Aunque con la mayoría de las personas sordas estos consejos funcionan, puede suceder que nos encontremos con alguien que no entiende el lenguaje hablado del todo. En este caso aun podemos intentar escribir un mensaje.